Encontramos este código de ética del esteticista y lo compartimos con ustedes!

La esteticista le debe lealtad al paciente en primer lugar y fomentará la confianza mutua.

Ofrecerá información pormenorizada sobre las posibilidades de tratamiento para el problema a tratar, con sus peculiaridades y riesgos.

Disponer de todos los medios para proteger la salud del paciente, preservarla o recuperarla. No realizará tratamientos para los que no esté debidamente preparada, ni los aconsejará por razones ajenas a criterios de eficacia e indicación.

Respetará y fomentará el compañerismo hacia otras esteticistas. No interferirá en tratamientos ajenos. En caso de ser consultado por un colega, proporcionará toda la información necesaria.

Ofrecerá los tratamientos indispensables para el tratamiento del problema y fijará honorarios justos y proporcionados.

Cumplir con las normas de salubridad exigidas por las autoridades sanitarias.

La esteticista debe tener el respaldo académico e institucional, Esta debe ser confiable y de prestigio.

No utilizar aquellos equipos, o productos médicos cuya eficacia y seguridad no estuvieran probadas, y a rechazar cualquier tratamiento inapropiado o que sobrepase las propias competencias de una esteticista.

La esteticista debe ofrecer tratamientos de calidad, poniendo a disposición de los/as clientes los productos, el equipamiento y las instalaciones más apropiadas y respetando las guías de práctica clínica.

La esteticista deberá valorar su trabajo y ofrecer un buen servicio con profesionalismo y ética, la cual hará que su trabajo sea respetable y de prestigio, además cuidará su imagen personal ya que lo que proyecte hacia el cliente le dará la tranquilidad en su decisión para tomar los servicios ofrecidos por la esteticista.

No dejarnos llevar por la publicidad industrial o por la ansiedad de nuestros clientes.

Otorgar a cada paciente la atención que requiera para la satisfacción de sus necesidades de salud y sus expectativas, conforme lo establecen los preceptos de una buena práctica estética, con apego a sus derechos y respeto a las leyes y normas vigentes, sin restricciones ni limitaciones, en su nivel de competencia.

Todos los procedimientos estéticos deben estar dirigidos a beneficiar al cliente.

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